Manejo de la periimplantitis: Factores a considerar

La irrupción de los implantes en la práctica odontológica ha añadido nuevos cuadros clínicos que se ven reflejados en la enfermedad infecciosa denominada periimplantitis. A pesar de las tasas de éxito de los implantes dentales, la periimplantitis se presenta como la complicación más frecuente en los tratamientos de implantología. Por eso es crucial que los profesionales de la odontología sepan cómo tratar adecuadamente esta patología.

Según una revisión de Heitz-Mayfield y Mombelli, la prevalencia de la periimplantitis es del 10% de los implantes y del 20% de los pacientes tras 5-10 años de su colocación. Una formación adecuada en implantología juega un papel clave en el tratamiento correcto de esta enfermedad. 

En este artículo, detallamos los factores clave que deben considerarse a la horar de tratar la enfermedad de la periimplantitis.

¿Qué es la periimplantitis?

La periimplantitis se caracteriza por un proceso inflamatorio que afecta tanto a los tejidos blandos como a los duros que rodean un implante osteointegrado, lo que conduce a una disminución del soporte óseo alrededor de los implantes. Esto suele manifestarse con un aumento en la profundidad del sondaje (>5 mm), acompañado de sangrado y/o supuración al realizar la medición. Además, el fracaso periimplantario puede acarrear síntomas como dolor, movilidad del implante y secreción purulenta.

Patologías periimplantarias

Las patologías periimplantarias más importantes y frecuentes son la mucositis y la periimplantitis.

  • La mucositis periimplantaria se refiere a la inflamación de los tejidos blandos alrededor de un implante dental, específicamente la mucosa que rodea el implante. Como en el caso de la gingivitis, esta afección es reversible si se trata adecuadamente y generalmente no conlleva pérdida ósea.

  • Por otro lado, la periimplantitis involucra no sólo la inflamación de los tejidos blandos de la cavidad oral, sino también una progresiva destrucción de la masa ósea que da fijación y sujeción al implante. Similar a la periodontitis, esta enfermedad puede resultar en problemas como la retracción de las encías.

Un odontólogo bien formado con una amplia especialización en implantología será el que determinará, según criterios clínicos, cuál de estos dos tipos de enfermedades padece un paciente.

Causas y diagnóstico de la periimplantitis

Causas

De forma similar a las enfermedades periodontales, el principal factor causante de las enfermedades periimplantarias es la placa dental. En la salud periodontal influyen varios factores, como la higiene oral, factores genéticos y epigenéticos, la salud sistémica y la nutrición. Sin embargo, la periimplantitis presenta una mayor diversidad microbiana que la periodontitis.

La acumulación de toda esta placa bacteriana alrededor del implante dental suele darse por una mala higiene oral. Existen muy pocos estudios prospectivos que han identificado los verdaderos factores de riesgo asociados a la enfermedad periimplantaria. Sin embargo, en la mayoría coinciden que los factores que aumentan el riesgo de sufrir periimplantitis son, además de la acumulación de bacterias:

  • No mantener una correcta higiene bucal tras la colocación de un implante

  • Déficit de vitamina D

  • El tabaquismo

  • Tener antecedentes de periodontitis

  • Una mala colocación o calidad del implante

  • Tener mala calidad ósea o hueso muy débil

  • La radioterapia

  • El tiempo de función del implante

  • Tener diabetes


Diagnóstico

Como ya hemos mencionado en líneas anteriores, la mucositis periimplantaria y la periimplantitis se desarrollan como resultado de la acumulación de placa bacteriana. Así pues, el tratamiento de estas dos enfermedades de los implantes adopta los mismos principios de tratamiento que los utilizados para abordar la gingivitis y la periodontitis.

El examen clínico y radiográfico son absolutamente necesarios para diagnosticar las enfermedades periimplantarias. Por lo tanto, al colocar un implante es necesario realizar un examen clínico y radiográfico. Esta información sirve de referencia para evaluar los cambios físicos o patológicos de los tejidos periimplantarios a lo largo del tiempo.

Según el World Workshop on the Classification of Periodontal and Peri-Implant Diseases and Conditions, la mucositis periimplantaria puede diagnosticarse en función de los siguientes criterios: 

  • Presencia de signos periimplantarios de inflamación (enrojecimiento, hinchazón, línea o sangrado en los 30 segundos posteriores al sondaje).

  • Ausencia de pérdida ósea adicional tras la cicatrización inicial. 


La periimplantitis puede diagnosticarse clínicamente basándose en los siguientes criterios: 

  • Presencia de signos periimplantarios de inflamación.

  • Evidencia radiográfica de pérdida ósea tras la cicatrización inicial.

  • Aumento de la profundidad de sondaje en comparación con la profundidad de sondaje tras la colocación de la reconstrucción protésica.

Concluimos con esto que los procedimientos de diagnóstico deben incluir la evaluación de la profundidad de sondaje, la presencia de inflamación, sangrado y/o supuración de los tejidos y la posible movilidad de los implantes.

Tratamiento de la periimplantitis

Debido a su origen multifactorial, existen numerosos aspectos a abordar y diversas variables que interactúan en el tratamiento de la periimplantitis. Por esta razón, se han propuesto varios protocolos de tratamiento, aunque no hay evidencia científica que respalde una terapia única sobre otras. No obstante, ciertas pautas están ampliamente aceptadas, las cuales se detallan a continuación.

Existen varios niveles de tratamiento en función del nivel de la enfermedad alrededor del implante: 

Mucositis periimplantaria

Al igual que la gingivitis, la mucositis periimplantaria se previene y se trata con una buena higiene bucal y una higiene profesional, que debe realizarse al menos dos veces al año.

Los pacientes que han perdido dientes debido a la periodontitis deben tener en cuenta que los implantes son menos resistentes al desarrollo y la progresión de la enfermedad que los dientes. Esto significa que los implantes deben supervisarse cuidadosamente para evitar problemas alrededor de los mismos o para detenerlos en una fase temprana.  

Periimplantitis

El tratamiento de la periimplantitis implica varios pasos y puede requerir diferentes enfoques dependiendo de la gravedad de la enfermedad. La detección temprana y la prevención son clave para el éxito del tratamiento, destacando la importancia de una buena higiene bucal y limpiezas dentales regulares para prevenir estas complicaciones desde el principio.

En el caso de que la mucositis periimplantaria progrese hacia la periimplantitis, se pueden considerar diferentes enfoques según la gravedad de la pérdida ósea alrededor del implante. 

  • El primer paso en el tratamiento de la periimplantitis (como en la periodontitis) es la terapia profesional no quirúrgica junto con el uso de colutorios y geles de clorhexidina para disminuir el número de depósitos bacterianos.

  • Es crucial que el dentista o periodoncista verifique la presencia de depósitos de cemento (de cuando se fijaron las coronas a los implantes) bajo de las encías y alrededor del implante. Este factor suele estar asociado al desarrollo de periimplantitis. 

  • En la reevaluación, generalmente después de seis semanas, si el sangrado y las profundidades de sondaje han disminuido (la profundidad de las «bolsas» alrededor del implante medida con la sonda periodontal), se programan citas de seguimiento según las necesidades de cada paciente.

  • Si existe una pérdida ósea importante con sangrado y pus que no se ha resuelto con la terapia no quirúrgica, pueden adoptarse diversas formas de tratamiento. Sin embargo, primero debe repetirse el tratamiento no quirúrgico para controlar la hemorragia y la inflamación.

  • En algunos casos, se pueden recetar antibióticos después de la terapia no quirúrgica para controlar la infección antes de considerar otros tratamientos.

  • Si es necesario un tratamiento quirúrgico, el dentista o periodoncista evaluará la opción más adecuada según la naturaleza del daño causado por la periimplantitis. 

En muchos casos de periimplantitis, no existe un tejido blando adecuado alrededor de los implantes. Esto puede corregirse mediante varias técnicas, de las cuales la más común es utilizar injertos tomados del paladar del paciente. Recientemente, se han utilizado injertos a base de colágeno derivados de animales como forma alternativa de reconstruir los tejidos blandos alrededor de los implantes.

Todo esto significa que son necesarios muchos pasos para tratar la periimplantitis, devolver al paciente la salud periimplantaria y prolongar la vida de un implante. Algunos casos sólo requerirán una terapia no quirúrgica, mientras que otros necesitarán un tratamiento adicional.

Cuanto antes se detecten la mucositis periimplantaria y la periimplantitis, mayores serán las posibilidades de éxito del tratamiento. Pero lo mejor es prevenir la enfermedad desde el principio, mediante una higiene bucal correcta y una limpieza profesional periódica de dientes, implantes y encías.

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Después de todo lo mencionado en este artículo, está de más decir que el tratamiento de la enfermedad de la periimplantitis no es una tarea sencilla. En ella intervienen muchos aspectos y hay que tener muchos conocimientos para abordar esta patología de forma correcta.

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