Zirconio, Disilicato o Composite: ¿Estamos eligiendo el material correcto para cada restauración?
Nunca antes habíamos tenido a nuestra disposición un arsenal tan avanzado de opciones estéticas y resistentes en la odontología restauradora. Sin embargo, esta abundancia de alternativas a menudo conduce a una parálisis por análisis en el gabinete: ¿para este caso es mejor zirconio o disilicato? ¿Podría resolverlo con un composite de alta gama?
La elección del material no es una cuestión de preferencia, sino de criterio clínico. Un material inadecuado puede llevar al fracaso prematuro de la restauración, a una estética deficiente o a un desgaste innecesario del antagonista. La excelencia clínica reside en conocer a fondo las propiedades de cada material para indicar el correcto en la situación precisa.
En el Instituto de Postgrados Avanzados en Odontología (IPAO) formamos a los profesionales de la odontología en la toma de decisiones clínicas basadas en la evidencia, un pilar fundamental en todos nuestros programas y especialmente en nuestro Especialista Universitario en Estética Dental, Implantoprótesis y Odontología Digital que impartimos en Madrid.
Sin embargo, sigue leyendo que en este artículo te contamos más sobre las propiedades de estos biomateriales.
El zirconio:

Conocido a menudo como «acero cerámico», el óxido de zirconio es una cerámica policristalina que revolucionó la odontología por su excepcional resistencia a la fractura. Los primeros zirconios eran extremadamente resistentes pero muy opacos, relegándolos a estructuras o al sector posterior. Hoy, la tecnología ha evolucionado hacia el zirconio multicapa y de alta translucidez, mejorando drásticamente su estética.
Propiedades clave:
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Resistencia a la flexión: Excepcionalmente alta (típicamente >900 MPa), lo que lo hace ideal para soportar grandes cargas oclusales.
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Tenacidad a la fractura: Muy superior a las cerámicas vítreas, minimizando el riesgo de fracturas catastróficas.
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Biocompatibilidad: Excelente respuesta de los tejidos blandos.
Indicaciones clínicas ideales:
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Coronas y puentes en el sector posterior.
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Estructuras para rehabilitaciones completas sobre dientes o implantes.
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Restauraciones en pacientes con parafunciones (bruxismo severo).
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Pilares de implantes personalizados.
Limitaciones y precauciones: Aunque los nuevos zirconios son mucho más estéticos, lograr una mimetización perfecta en un incisivo central unitario sigue siendo un reto.
En nuestro postgrado de estética dental en Madrid, los estudiantes aprenden a manejar el zirconio dentro de flujos completamente digitales, desde el diseño hasta la sinterización final.
¿El zirconio desgasta mucho el diente antagonista? Esta es una preocupación clásica heredada de las primeras generaciones de zirconio. Hoy en día, se ha demostrado que el factor clave no es el material en sí, sino el pulido de su superficie. Un zirconio monolítico moderno, correctamente pulido y sin glaseado externo, presenta una tasa de desgaste sobre el esmalte antagonista muy baja, comparable e incluso inferior a la de algunas cerámicas feldespáticas.
El disilicato de litio

El disilicato de litio es una cerámica vítrea que se ha coronado como el gold standard para las restauraciones de alta demanda estética en el sector anterior. Su composición le confiere unas propiedades ópticas (translucidez, opalescencia, fluorescencia) muy similares a las del esmalte dental, permitiendo un «efecto camaleón» insuperable.
Propiedades clave:
- Estética superior: Capacidad de mimetizarse con la estructura dental adyacente.
- Buena resistencia: Con una resistencia a la flexión en torno a los 400-500 MPa, es más que suficiente para el sector anterior y coronas unitarias.
- Adhesión fiable: Se graba con ácido fluorhídrico, permitiendo una unión adhesiva muy fuerte y predecible al diente.
Indicaciones clínicas ideales:
- Carillas estéticas.
- Inlays, onlays y overlays (incrustaciones).
- Coronas unitarias en el sector anterior y premolares.
Limitaciones y precauciones: Su menor tenacidad a la fractura lo contraindica para puentes en el sector posterior. Tampoco es la primera elección en pacientes bruxistas sin un control oclusal adecuado.
¿Puedo cementar una corona de disilicato sobre un muñón metálico o muy oscuro? Es posible, pero requiere una comunicación muy precisa con el laboratorio. Para enmascarar sustratos oscuros, se utilizan lingotes de disilicato de litio de alta opacidad. Sin embargo, esto sacrifica la translucidez natural del material. En estos casos, a menudo es preferible optar por una corona de zirconio opaco con un recubrimiento cerámico estético, que ofrece un mejor control del color final.
Composite de alta gama

Lejos de ser un material de «segunda categoría», los composites nanohíbridos y las resinas inyectadas modernas han alcanzado un nivel de calidad que los convierte en una opción de primera línea, especialmente cuando el objetivo es la máxima preservación del tejido dental.
Propiedades Clave:
- Mínima invasión: Permite realizar adiciones y restauraciones sin apenas tallar el diente.
- Reparabilidad: A diferencia de la cerámica, una pequeña fractura se puede reparar fácilmente en la clínica.
- Estética inmediata: Permite al clínico esculpir la anatomía y el color directamente en boca.
Indicaciones clínicas ideales:
- Restauraciones directas de todo tipo (Clase I a V).
- Carillas directas de composite y técnicas de inyección.
- Cierre de diastemas y reanatomización de dientes conoides.
- Reparación de fracturas en restauraciones cerámicas.
Limitaciones y precauciones: Aunque han mejorado enormemente, su estabilidad de color y resistencia al desgaste a largo plazo siguen siendo inferiores a las cerámicas. El éxito es altamente dependiente de la técnica del operador y de un estricto protocolo de adhesión.
Durante el Máster en Estética Dental y Odontología Digital de IPAO, los alumnos perfeccionan técnicas avanzadas de estratificación, pulido y fotopolimerización, aplicando protocolos clínicos actuales.
¿Qué son los composites «Bulk Fill» y cuándo debo usarlos? Los composites «Bulk Fill» son resinas diseñadas para ser colocadas en incrementos de hasta 4-5 mm de una sola vez, en lugar de los 2 mm de los composites convencionales. Esto es posible gracias a una mayor translucidez y a modificadores de la polimerización que reducen el estrés de contracción. Son ideales para restauraciones posteriores profundas (Clase I y II), ya que agilizan enormemente el procedimiento. Sin embargo, para la capa oclusal final, a menudo se prefiere usar un composite convencional con mejores propiedades estéticas y de pulido.
No existe un material «mejor», sino una indicación correcta
La decisión final nunca debe basarse en la pregunta «¿qué material es mejor?», sino en «¿qué material es el mejor para este caso clínico específico?». La elección correcta surge de analizar tres factores clave:
- Requisitos Mecánicos: ¿Qué nivel de carga oclusal debe soportar la restauración?
- Demanda Estética: ¿Está en el sector anterior? ¿Cuál es el sustrato (color del muñón)?
- Situación Clínica: ¿Hay parafunciones? ¿Es posible un buen aislamiento para la adhesión?
El verdadero dominio de la odontología restauradora moderna reside en conocer a fondo la ciencia que hay detrás de cada material. Solo así podemos tomar decisiones basadas en la evidencia y ofrecer a nuestros pacientes restauraciones predecibles, funcionales y estéticas a largo plazo.
Dominar la ciencia de materiales es un pilar fundamental en nuestros programas de postgrado en Estética Dental, Implantoprótesis y Odontología digital, donde preparamos a los odontólogos para tomar estas decisiones con la máxima confianza.